Se me había metido en la cabeza que quería visitar Heidelberg así que finalmente la incluimos en nuestros planes. La llegada a la ciudad fue un poco accidentada ya que había muchas partes cortadas a los coches, indicaciones que según Lola intentaban jodernos los planes y que nos hizo dar varias vueltas por la ciudad intentando encontrar el parking del castillo. Como habréis imaginado no fue ni mas ni menos que un momento Lola. Ella se paraliza, a mi se me llevan los demonios y bueno ya os hacéis una idea…Una vez a salvo fuera del coche nos fuimos a dar una vuelta por el imponente castillo al que finalmente no entramos y nos conformamos con las vistas de la ciudad desde arriba.

Desde allí nos bajamos a la ciudad, con un mercadillo africano cerca de la plaza del mercado, una calle peatonal larguísima que cruza toda la ciudad llena de tiendas y restaurantes, plazas bonitas con iglesias y mucha gente en la calle. Dentro de todas la oferta culinaria nos decantamos por un alemán porque me entro antojo de currywurst que es lo que yo me pedí, y un pretzel de salmón muy rico que se pillo Lola. Todo regado con dos cervezas Black que tenían un poco mas de gusto que lo que habíamos tomado hasta entonces. La camarera una chica de Barcelona que estaba allí estudiando nos ayudo en castellano.

Tras la comida iniciamos un recorrido circular a fin de pasear por el famoso camino de los filósofos. Recorrimos la calle peatonal hasta el fondo y cruzamos el rio hacia el otro lado donde estaban haciendo una carrera de patines en la ciudad. Desde allí iniciamos el ascenso al camino de marras, que no era nada mas que una cuesta infernal rodeado de. casas residenciales y que en la cima te deparaba unas bonitas vistas de la ciudad desde un mirador. Mientras nuestra digestión sufría en el ascenso, y no sabemos si por las energías de los filósofos que transitaron dicho camino, Lola tuvo una revelación tipo la manzana de Newton o el Eureka de Arquimedes. En medio del camino se giro y declamo: Hay que tener en cuenta que aquí se conduce muy rápido. Yo atónito ante semejante profundidad solo pude hacerle una foto en este mágico momento que aqui os muestro.

Tras cruzar de nuevo el rio y ante la incredulidad de Lola saque a relucir mis dotes de Boy Scout y un plis plas nos plantados en el parking como quien no quiere la cosa, no sin antes tomarnos unas cocas en un bar iconoclasta lleno de mensajes revolucionarios y donde la gente fumaba dentro como si nada. Por la noche paseamos nuestra ultima noche en Baden por el Trinkerhalle y asistimos al evento hortera de pijolandia con todos los badenianos levantando los brazos y coreando algunas tipo de pop ochenteno alemán. Para cenar una ensalada y unas hamburguesas. Comestible pero nada del otro mundo.

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Thelion

Pues que quereis que os diga...Hare un resumen de los epítetos mas usados por mis admiradores: intolerante, prepotente, salido, antisocial, borde, frio...Pero quien se iba a creer a esa panda de descerebrados...

Won't let the bastards grind me down