Mucha gente y colas en el aeropuerto de Izmir a las 5 de la mañana, pero conseguimos llegar a Kaysery sin demasiados problemas. Al llegar de nuevo problemas con el alquiler del coche. Un guardia de seguridad nos indico el lugar donde esperar y al cabo de un rato nos vinieron a buscar. No voy a poner mas el Don’t think pero os lo imaginais. El papeleo sin problema y salimos hacia Goreme, un trayecto de una horita que hacemos tranquilos y sin sobresaltos. Habiamos alquilado un Hotel Cueva y seguramente fue el mas bonito y comodo de todo nuestro viaje, a pesar de que para nuestros vecinos de habitacion, unos chinos con los que conversamos un rato, les parecia que no olia demasiado bien. El dueño y su camarilla super amables, tanto que nos engatusaron para reservar un par de tours con ellos para los dias que ibamos a estar alli.
Teniamos ganas de sabores distintos asi que como habiamos visto a la llegada un restaurante indio para alla que nos fuimos. Goreme es una ciudad muy turistica, pero muy bonita la verdad. El Istanbul Cafe Restaurant (el nombre muy hindu no era), no era para tirar cohetes pero disfrutamos mucho de la comida, agradeciendo dejar un poco de lado el continuo sabor a cordero al que a mi la verdad me costo mucho acotumbrarme. Como siempre a la busqueda de un Tikka Massala que se pueda comparar al de mi añorado Shalimar.
Para la tarde habiamos reservado un trayecto en 4×4 por los valles mas cercanos a la ciudad, o eso pensamos nosotros. Es cierto que nos llevo al Love Valley y alrededores, pero la gracia del recorrido era subirse a todas las dunas con el jeep, mientras nosotros ibamos botando y rebotando dentro del coche. Una turistada chorra pero que al menos nos dio una primera impresion de la zona. Paisajes falicos, casas dentro de las rocas, una luz preciosa pero todo ello enturbiado por la cantidad de gente haciendo negocio en la zona que le resta un poco de autenticidad.
Para acabar nos acercamos a un restaurante de comida tradicional que nos habia recomendado nuestro anfitrion, y que mas alla de la curiosa manera en que te sirven y cocinan la comida no nos gusto demasiado. Te sirven el guiso en una especie de recipiente de barro que te lo abren a cuchillazos alli en la mesa. De nuevo carne con verduras…. El restaurante se llamaba Anatolian Kitchen.
Poco más que añadir…muy buen tiempo y disfrute vacacional…