Nuestro segundo dia fue bastante perfecto la verdad. Ibamos con un poco de miedo ya que junio es el mes de las lluvias alli en japon y no queriamos estar todo el dia mojandonos. Por eso digo lo de dia perfecto porque nos hizo un sol extraordinario que hizo que disfrutarmos un monton de nuestra primera visita del dia, la aldea de Shirakawa-Go. Salimos prontito del hotel y nos compramos lo que sera nuestra comida oficial de casi todo el viaje. Bocadillitos de cerdo y onigiris que nos comimos de camino a la aldea. Ibamos ligeritos porque tuvimos la buena idea de enviar nuestras maletas a Osaka desde el hotel asi que solo llevabamos una mochilita con mudas para pasar los siguientes 3 dias.
Por suerte no estaba infestada de turistas ya que era prontito pero luego a medida que avanzo la mañana empezo a llenarse. Fuimos recorriendo las casitas antiguas por caminitos, puentes, acequias con carpas y puestos de comida. Como no yo no pude resistirme a probar distintos sushis con ternera de Hida. Excelentes. La aldea esta en un valle con las montañas rodeandolas en un entorno bucolico. Antes de coger el tren hacia nuestro nuevo destino, Tacayama, subimos al mirador para contenplar las vistas.
Con los timmings perfectos cogimos otro autobus hacia Tacayama a la que llegamos justamente a la hora de comer, ñam ñam. Desde la estacion y andando por la ciudad nos fuimos directamente a un restaurante que la Planet recomendaba para comer algo. El Kyoya. He dicho comer algo pero lo que nos pegamos fue un festival. El restaurante, tradicional, comiendo en el suelo con nuestras barbacoas para hacernos la carne. Nos pedimos unos menus deluxe, llenos de platitos y carne. La carne nos flipo y la salsa que la acompañaba tambien. Al final estabamos solo en el restaurante y los trabajadores tambien se pudieron a comer mientras nosotros terminabamos. Quizas el mejor lugar donde comimos en todo el viaje.
Con la barriga llena nos fuimos al hotel a hacer el check-in. Wat Hotel & Spa Hida Takayama. Y de nuevo a la calle a patear. Empezamos entrando en el Takayama Jinya un edificio gubernamental, ahora museo que explicaba como trabajaban los funcionarios japonenes de entonces. De alli nos dirigimos a Sanmachi Suji, la zona mas tradicional de la ciudad, con sus tiendas y bares de sake, artesanias y demas. Sobre las 17 horas desaparecio todo el mundo de las calles, asi que nos dirigimos a Higashiyamamachi un recorrido por los templos de la ciudad, donde tuve que hace mi obligada parada para colonizar en los maravillosos WC japoneses.
Volvimos al hotel a probarnos nuestros yucatas y el onsen. La verdad es que no nos gusto demasiado. Habia un onsen publico y otro privado para parejas que es el que usamos. Pero era muy pequeñito y apenas cabiamos y entre eso y el calor aguantamos 10 minutos. Nos vestimos y salimos a cenar al Oink Oink un restaurante fusion con deje mediterraneo que no nos acabo de convencer. Luego nos retiramos a dormir pues al dia siguiente nos esperaba la Nakasendo y un buen madrugon.
qué ganas de volver ya otra vez…!