Este dia lo dedicamos a los alrededores de Munich y nos dimos un paseito hacia dos lugares históricos que queríamos ver: El nido del águila y Salzburgo. El lugar donde esta ubicada la casa de campo del Furher no podía ser mas espectacular. En medio del sistema montañoso de Berchtesgaden y en lo alto de uno de sus picos se encuentra lo que hoy es un restaurante turístico y que antaño fue la casa de campo de Hitler. Para subir hasta arriba un autobús lanzadera y una cola considerable que nos dio tiempo para zamparnos la enésima salchicha. Arriba un paisaje brutal que se empobrecía por la avalancha de turistas con la que te cruzas.
Desde allí nos acercamos a Salzburgo que vimos en un plis plas y que nos supo a poco, pues seguramente nos perdimos un montón de cosas. Paseamos por la ciudad con un sol estupendo, tomamos nuestro tentempié habitual (no podemos resistirnos a según que cosas) y nos lamentamos de no poder entrar en la catedral y declinamos subir al castillo.
Ya en Munich otros paseos para encontrar un lugar donde cenar infructuosamente hasta que encontramos un sitio que estaba abierto y donde nos iban a dar de cenar. Se llamaba Caleo y tenía un patio interior bonito y tranquilo. La cena comestible sin mas.
