No deja de sorprenderme que esta sea la única celebración que hago al año. Un poco sui generis, claro. Solo un brindis y música, aunque alguna vez también haya visitado algún pub con amigos. Es extraño que para alguien sin raíces y que no cree en nada ni nadie, Irlanda, haya calado tan hondo como para dedicarle un día, cosas de la vida…
Qué maravilla, tío. Echaba de menos tus selecciones musicales.
Because in your deep soul you’re a romantic…
Una delicia escuchar, como siempre un placer….
Con dos pintas de Guinness mediante, algo que ayuda a entenderse siempre con desconocidos, por casualidad estuve el pasado día de san Patricio departiendo con una anticuaria de New Orleans sobre las discutibles bondades de los numerosos pubs irlandeses en Barcelona, donde no ofrecen más que vino peleón porque son irlandeses, precisamente. Guasa tenía el asunto, pues el barman llevaba una década instalado en el barrio de Gracia. Le pregunté si acaso vivía en una burbuja y decía que no, quién lo diría.
Bienvenido Javier, pensaba que nadie se pasaba por este rincón. Ha sido una sorpresa leerte.