Hacia 15 años que visite Roma por primera vez y tenia unas ganas locas de volver. Lola hacia mucho mas tiempo y no me iba atras en ganas. Asi que lo prepare todo, ya sabeis, a mi manera relampago y volamos tempranito a la ciudad eterna. Pero como bien reza el tema de los Stones, no siempre puedes tener todo lo que deseas, asi que la visita nos tenia preparados un par de sorpresas decepcionantes, pero siguiendo el tema musical nos esforzamos y al final conseguimos lo que necesitabamos o casi….Nuestra llegada mas rapida de lo normal (yo creo que por la huelga de vueling), y los consiguientes trayectos los clavamos al minuto hasta nuestra primera visita programada que no era otra que la fabrica de sueños romana, Cinecitta. Antes del viaje habiamos visto varias peliculas para abrir boca y alli que nos presentamos ilusionados pensando que habiamos hecho una jugada maestra y que eramos mas listos que nadie y podriamos visitar todo el estudio antes que se clausuraran algunas cosas a partir del 14 de enero. Ingenuo…Visita simple que no hizo mas que ponernos la zanahoria en la cara para luego darnos con el palo en la cabezota. Aun asi siempre es muy disfrutable ver museos de cine o exposiciones o en este caso un lugar tan importante como Cinecitta.
Como era normal salimos antes de tiempo lo que nos facilito, todo hay que decirlo, nuestras nuevas visitas. Estaba todo programado para irnos acercando a nuestro apartamente mientras andabamos y mirabamos cosas. Nuestra primera parada era el parque de los acueductos. Un enorme espacio verde con antiguos aqueductos y una luz propicia para fotos bonitas (desde el punto de vista de alguien que no tiene ni idea de fotografia y usa el telefono para hacerlas).
Lola ya estaba contenta con el verde a su alrededor, pero tambien estaba hambrienta y no teniamos nada preparado, soloo que debiamos como por la zona. Tras unos cuantos pantallazos y debates nos decantamos por una antigua tratoria que no tenia mala pinta. Armando e il Conte estaba llena de locales que venian a probar la comida romana y nosotros no ibamos a ser menos. Nos sentamos y en un momento estuvo el chef recitandonos platos en italiano como si fueramos lugareños, va bene. Con el traductor y la inspiracion divina pedimos nuestros platos. Un par de entrantes para empezar, Pollo ai 3 aceti, un pollo frio servido con tres clases de vinagre y Pascotthe Corenese con Puntarelle que era un pan hecho por ellos avinagrado tambien con achicoria. Todo mezclado no estaba mal pero le faltaba un sabor. De segundos pedimos Rigatoni con coda alla Vaccinara para mi y haciendo la novatada de no decir nada del queso y ya sabeis lo que paso, me los comi como pude y para Lola unos Gnochis ai fiori di zucca, segun ella con gusto a avecrem y casi ni se los acaba. De postre empezo mi reto por encontrar el mejor tiramisu de roma. Para mi en este caso demasiado queso y amareto.
Ya comidos,nuestra siguiente parada eran las Catacumbas de Calixto a las que fuimos dando una amplia caminta por un enorme espacio verde lleno de libres que hizo las delicias de Lola, os lo podeis imaginar….Al final la cosa estaba mas lejos de lo que pensabamos y llegamos bastante tocados. El lugar maravilloso, sobretodo la calle bordeada de cipreses que atravesaba el lugar. Las catacumbas una pequeña decepcion. Solo se pueden hacer con guia y solo puedes visitar dos de los pisos. El recorrido bastante monotono y corto.
De nuevo en la carretera camino de nuestro apartamento que se situaba al lado del foro romano. Un buen trayecto que hicimos mientras anochecia pasando por la Mura Aureliane, las Termas de Caracalla y el Circo Maximo. A las 18:00 en punto haciamos el check-in en nuestro apartamento y de nuevo el propietario nos lo conto todo en italiano, apuntamos mentalmente lo que pudimos, descargamos y de nuevo a la calle en busca de la cena. Nos dirijimos directamente hacia el Trastevere con la idea de cenar en el ultimo restaurante en el que cene en el 2008. Y ahi estaba Alle Fratte in Trastevere. Segun los camareros ellos eran los mismos, evidentemente ni se acordaban de mi pero gracias a ello cuando les hice notar que no nos habian cobrado el postre, nos invito por ese viaje del 2008. Lola tenia poco hambre asi que se decanto por una sopa Minestrone y luego un poco de queso buffala con tomates. Yo por mi parte una ensalada de pulpo y luego unos penne al vodka igual que hace 15 años. Rico. El postre pues ya lo sabeis y ademas bingo, el mejor de todo el viaje. En este caso ligero sabor a cafe y rico chocolate y por primera y unica vez nata.
Satisfecho y melancolico yo, volvimos al apartamente paseando y viendo las maravillas romanas a la luz de los faroles.