Volvemos a coger el coche por la mañana y nos acercamos a Dachau. Será el tercer campo de concentración que visite. Lleno de información, muy didáctico y a pesar de respirarse la tragedia no me toco tanto como el de Berlin.
Volvemos a Munich para comer en Viktualienmarkt en uno de sus puestos: Nordsee. Varias ensaladas de arenques y unas gambas con salsa agridulce.
Y tras el picoteo seguimos revisando el centro de Munich, alrededor del museo judio o el museo de la ciudad.
Para rematar el dia entramos en uno de los muchos Augustiner de la ciudad en busca de comida tradicional. Un restaurante plagado de mesas compartidas y cerveza.