Para nuestro tercer dia nos propusimos visitar otro de los pueblecitos de los alrededores y finalmente conocer un poco de Albi. Pero tal y como reza el tema de la entrada hacia un frio de mil demonios. Asi que al llegar a Cordes-Sur-Ciel lo primero que hicimos fue tomarnos un chocolate caliente para afrontar la subida al pueblo en condiciones. Abajo otro tipico mercadillo con productos tipicos de la zona. El pueblo, en eterna subida, es una preciosidad que como en estos dias pudimos ver y recorrer sin apenas gente alrededor. Tambien es verdad que todo esta cerrado y pierde parte del encanto, pero vagar por esas calles casi en solitario no tiene precio.
A la hora de comer en Albi, lo intentamos en varios restaurantes pero parece ser que todos estaban repletos. Esta vez estabamos en hora pues eran las 13 y poco pero ni asi lo conseguimos. Entre el frio y el cabreo decidimos dar una vuelta por la ciudad y comer en la habitacion algo del supermercado. Asi que circulamos por el bonito casco historico de la ciudad y entramos en su espectacular catedral, una de las mas bonitas que he visto. Camino de donde nos alojabamos pasamos por un puesto de comida callejera y finalmente decidimos que eso seria nuestra comida. Un par de bocatas de butifarra con cebolla y Ketchup. Para cenar Lolita se compro en el mercado de Albi una seleccion de quesos apestosos mientras que a mi me esperaba la primera de mis Cassoulets. El dia tan frio y feo nos hizo quedarnos en el alojamiento por la tarde donde cenamos, vimos el futbol y jugamos unas partiditas al Through The Ages todo ello con calefaccion y calentitos.
