No se como deje que Lola me volviera a convencer para acompañarla a un viaje de trabajo suyo en los dias que me tocaba descansar de mi trabajo. El caso es que volvi a picar y me llevo a Galicia el fin de semana. Dos dias apretados corriendo de alla para aca entre firmas de libros. Llegamos a Coruña el viernes por la mañana y lo primero que tengo que decir es que la gente que nos encontramos alli fueron encantadores. Desde la mujer que nos alquilo el coche, pasando por camareros varios, el personal de las librerias donde estuvimos y los taxistas, todos increiblemente amables. Pues eso que alquilamos un coche para la mañana para podernos acercar a Finisterre y algun pueblecito de la costa. Volvimos a alquilar nuestro coche favorito el fiat 500 (supongo que ya sabreis porque), cosa que no evito que Lola volviera a hacer de las suyas. Salimos del aeropuerto camino de Finisterre y despues de media hora y de pasar tres veces por el mismo peaje por fin pudimos coger la carretera hacia nuestro destino a la altura de Artexte mientras yo me daba cabezazos sobre el salpicadero. Por suerte los peajes solo costaban 55 centimos, por suerte no entramos en ningun parking (el enemigo publico de Lola) y por suerte Lola no me dio ningun susto mas hasta que lo devolvimos al mediodia. El cabo estaba medio vacio con un tipo alli tocando la gaita, asi que gozamos de las vistas con tranquilidad entre un cura extranjero haciendo un reportaje visual hablando de Jesus y los confines del mundo, peregrinos chalados que se sentaban en las rocas a canturrear mientras meditaban y alguna pareja suelta de turistas como nosotros. Quizas porque las circunstancias del viaje tenian connotaciones romanticas a Lola le asalto la urgencia de plasmarlo en imagenes asi que como no se puede decir que no a sus urgencias y porque me gusta hacerla feliz toco foto. Tras un pastelito con una coke mirando al infinito nos dirigimos a Muxia donde visitamos por fuera el espectacular Santuario de la Virgen de la barca y la escultura «a Ferida». Y salimos pitando a devolver el coche con tiempo por si a Lola se le antojaba recorrer peajes de nuevo.

En Santiago nos esperaba una de las escritoras de Lola con la que comimos en O Dezaseis. Lola y ella pidieron secreto con patatas y yo pasta con gambas y alioli. De entrantes unas vieiras con salsa y unos huevos estrellados con shitake y jamon. Lo mejor las vierias sin dudarlo. Mi pasta no me gusto. De postre Tiramisu como no que estaba bastante bueno y flan de queso.

Tras visitar el obradoiro que nos parecio una pasada la verdad, tocaba currar un poco, asi que la tarde la pasamos en una libreria donde mientras Lola hacia de guardia urbano yo leia a Winslow que ya comente por aqui. Taxi a Coruña y despues de unos vinitos y algo de picar en el hotel y con algo de lluvia Lolita y yo salimos a cenar en el A Mundiña. Nada del otro mundo. Boquerones en vinagre, navajas, pulpo y la estrella de la noche, el bocata de cigalas que estaba increible todo regado con una botella de vino. Para cerrar tarta de queso. Volvimos dando tumbos al hotel y caimos muertos y borrachos en la cama.

Por la mañana Lolita tenia trabajo de nuevo, asi que tras el desayuno y dejarlas en la libreria yo quede con Alberto Lorenzo un vanatico al que hacia 16 años que no veia, cuando vine aqui a Galicia ha celebrar el Van Galego. Nos pusimos al dia entre cervezas y me dirigi a una nueva comida como invitado de piedra en un italiano llamado Pieroni. Un antipasto a compartir, pasta con salsa de jabali para mi y para lolita pasta con calabaza creo. De postra un magnifico y buenismo Tiramisu. Antes de empezar la comida fui al baño como no y al salir me habia dejado el telefono dentro. Volvi corriendo a por el pero la puerta estaba cerrada. Tras 20 minutos esperando a que saliera alguien e intentando abrir la puerta me di cuenta que la estaba abriendo mal y que no habia nadie alli. Malditas cervezas…

Nos quedo la tarde para pasear por el magnifico paseo maritimo de Riazor, visitar la Torre de Hercules, ver que el acuario de Coruña tiene mucha afluencia y tomarnos algo antes de dirigirnos al aeropuerto con otro taxista hablador. Al dia siguiente, domingo, tocaba trabajar.

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Thelion

Pues que quereis que os diga...Hare un resumen de los epítetos mas usados por mis admiradores: intolerante, prepotente, salido, antisocial, borde, frio...Pero quien se iba a creer a esa panda de descerebrados...

Won't let the bastards grind me down